Cómo elegir un taburete de laboratorio

13 de mayo de 2021

Los taburetes para laboratorio son un tipo específico de mobiliario que ha de reunir una serie de características concretas. Gracias a ello, su utilización será muy cómoda para el usuario y sobre todo, respetará la ergonomía, lo que sin duda es un aspecto clave a tener en cuenta.

En Sillería Aragonesa disponemos de una amplia variedad de taburetes para laboratorio. Todos ellos cumplen los más altos estándares de calidad, por lo que podemos garantizar su comodidad y fiabilidad.

¿Por qué es tan importante la ergonomía?

La postura natural del ser humano no es la de estar durante muchas horas sentado. La realidad es que este hábito no es beneficioso. Pero dicho esto, y sabiendo que en muchas ocasiones es inevitable, sí que podemos buscar la forma más adecuada de que esto no perjudique nuestra salud.

De ahí la importancia de la ergonomía, una disciplina que busca el encontrar los mejores hábitos y posturas para que permanecer sentado sea lo menos perjudicial posible y que el usuario esté cómodo.

Para mantener esta ergonomía, por supuesto la persona debe conocer una serie de buenos hábitos y practicarlos, pero el mobiliario que utilice también debe facilitarle el hacerlo.
De ahí la importancia que los fabricantes de mobiliario damos a la ergonomía, como parte integrante y necesaria en nuestros diseños y procesos de fabricación.

¿Cómo debe ser un taburete de laboratorio ergonómico?

Debemos tener en cuenta que el trabajo específico de laboratorio reúne una serie de características:

• Se pasa mucho tiempo en la misma posición sentado, con una postura más bien rígida.
• El tronco está mucho tiempo inclinado hacia delante.
• Es necesario en muchas ocasiones desplazarse
• El mismo taburete puede ser usado por muchas personas
• Está sometido a un uso intensivo

Por tanto, la silla o taburete de laboratorio, debe favorecer el mantenimiento de la postura más correcta. Es decir, nuestras piernas deben mantenerse en un ángulo de 90 grados, con los pies firmemente apoyados en el suelo.

A su vez, nuestro tronco debe encontrar un apoyo en el respaldo, lo que facilita que se mantenga en una postura erguida.

Para evitar esa rigidez en la postura y que el taburete de laboratorio nos permita cierto grado de maniobra, dicho respaldo no debe estar del todo rígido si no permitir cierta flexibilidad.

Por supuesto, el taburete debería disponer de ruedas, lo que facilita el desplazamiento de un punto a otro del usuario.

No podemos obviar otras cuestiones como la existencia de reposabrazos, siempre que sea posible, ya que permitirá descansar tanto hombros como brazos, una vez más manteniendo una postura de 90 grados.

No olvidemos que cada persona tiene unas condiciones físicas determinadas por lo que tanto el taburete, como sillas en general, cuando hablamos de ámbitos de estudio o trabajo, deben ser lo más regulables posible: altura, respaldo… todo ello permitirá su adaptación a distintos tipos de cuerpo y necesidades.

Como fabricantes de mobiliario, ponemos a su disposición una amplia variedad de todo tipo de taburetes de laboratorio para comprar, lo que permitirá que encuentre la opción más cómoda para usted.

Todos ellos están fabricados pensando en la ergonomía y la comodidad de uso, sin olvidar una cuidada selección de materiales, lo que le confiere al producto final una gran calidad y resistencia a un uso diario intensivo.

Si no está seguro de qué tipo de taburete de laboratorio es el más adecuado para usted, no dude en preguntarnos. Como expertos, podremos asesorarle sobre las mejores opciones según sus necesidades y preferencias.

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